Hay youtubers gastronómicos, de moda, de tecnología, de juegos y de casi cualquier cosa que se nos pase por la cabeza, algunos de ellos con más éxito y otros con menos. La ilusión de todos estos nuevos comunicadores audiovisuales es vivir de ello y convertirse en el nuevo Rubius. Y puede ser que alguno logre este sueño…siempre y cuando no elija la política nacional como temática. Por lo menos es lo que se desprende de un estudio recién publicado, elaborado por los profesores Vanessa Rodríguez Breijo, Jorge Gallardo Camacho y Javier Sierra Sánchez, de las universidades de La Laguna y Camilo José Cela. En él, se concluye que Youtube es un territorio poco fértil para el debate político.
desinterés por la política
De hecho, según se destaca en las conclusiones de esta investigación, la frecuencia, el número de visualizaciones y la interacción de los usuarios en los vídeos de seleccionados en la muestra revelaron que los espectadores tuvieron menos interés por la política que por otras temáticas vinculadas principalmente al entretenimiento y parece, además, que este desinterés va en aumento. Como muestra, en 2017, ninguno de los videos más populares en Youtube trataba sobre política. El Despacito parece que genera más interés en esta red social que «el procés».
Para realizar este estudio, los investigadores analizaron el peso y las características de una muestra de 1.443 vídeos que fueron tendencia durante 143 días, recurriendo a una metodología basada en el análisis de contenido para observar la frecuencia, interacción de los usuarios, actividad creadora de sus autores, presencia de rasgos de infoentretenimiento y de calidad periodística de los vídeos políticos. Solo el 7% de estos vídeos fueron considerados como de «información política» por los investigadores.
youtubers dependientes de los medios de comunicación
La mayoría de los vídeos analizados reproduce contenidos de los medios de comunicación, seguidos de los que utilizan imágenes de éstos con modificaciones poco representativas y narraciones con voces anónimas o automatizadas. De esta forma, a diferencia de lo que sucede en otros ámbitos, los youtubers no son creadores independiente de los medios de comunicación, con lo que las posibilidades de que se conviertan en líderes de opinión de audiencias masivas son muy limitadas.
Los vídeos, publicados en su mayoría desde el anonimato, retratan a líderes políticos y la Monarquía pero, mayoritariamente, destacan de ellos asuntos de índole personal frente a otros asuntos de interés público, con lo que los análisis se deslizan más por la vía del entretenimiento que por la del debate de ideas. La viralidad prima sobre el rigor.
Y es que las ideas no son el fuerte de estas piezas audiovisuales. La mayoría ellas carece de pluralidad de puntos de vista y de fuentes consultadas -casi el 60% no cita a ninguna- y las opiniones vertidas son justificadas con escasa frecuencia y fue elevado el uso de agresiones verbales. Todo ello hace concluir que existen indicadores de una deficiente calidad informativa en estos vídeos, con lo cual su posible utilidad para mejorar la calidad del debate democrático tiende a cero. Lo inquietante es que Youtube es la segunda red social, tras Facebook, para informarse en Estados Unidos, según un informe de Pew Research de 2017. Y ya se sabe que lo que es tendencia hoy en EE.UU lo será pronto en España.
No hay que olvidar que, cada día, se visualizan a través de Youtube cinco mil millones de vídeos, cada minuto se cargan 300 horas de contenido y las personas que crean piezas audiovisuales ya ascienden a 50 millones. Como otras redes sociales con actividad prosumidora, esta plataforma ofrece posibilidades para que los ciudadanos puedan acceder directamente a sus canales informativos autoelaborados, sin necesidad de contar con los medios convencionales.
un reto para los periodistas
Los autores de esta investigación señalan que este panorama constituye un reto para los periodistas, cuya función de verificación y orden de la información adquiere en este contexto una gran importancia. De hecho, cuentan ahí con una ventana de oportunidad pues los periodistas y colaboradores especializados son los generadores de información que mejor nota han obtenido en el estudio ‘El Periodismo en su realidad social y tecnológica’ que han elaborado Estudio de Comunicación y la agencia Servimedia. En ese mismo estudio, Youtubers, tuiteros, blogueros y tertulianos suspendieron en credibilidad y confianza.
mejores en la venta de productos que de ideologías
De momento, y a la luz del estudio de los investigadores de la Camilo José Cela, parece que el terreno natural de los youtubers tiene más que ver con la publicidad que con la propaganda o el debate políticos. “Los youtubers exitosos parecen compartir un elemento de verdad y de confianza que hace que puedan arrastrar a ingentes cantidades de seguidores”.
Un modelo exitoso desde el punto de vista de la difusión del contenido, clave para que el creador vea satisfecha su inquietud por impactar en la audiencia y también factor de enorme interés para las marcas, que siguen de cerca esta industria que, de un tiempo a esta parte, lucha por conseguir formatos con los que llegar mejor a los consumidores, en la era del storytelling, de contar historias para conectar mejor con los usuarios, así como para buscar prescriptores, perfiles influyentes, con capacidad de arrastre, explica Millán Berzosa, experto en cultura digital y nuevos medios en su libro “Youtubers y otras especies.