Baterías biodegradables de papel para ayudar a combatir la crisis climática

Neus Sabaté

«Que la inspiración te pille trabajando». Esta es una de las máximas de Neus Sabaté cuya carrera científica ha puesto el foco en el problema ecológico que conlleva la mala gestión de las baterías de un solo uso.

Con una beca de la Fundación Bill & Melinda Gates, una nominación al premio Women Innovators 2020, dos premios de la Asociación de Electrónica Orgánica y el Premio Física, Innovación y Tecnología de la Real Sociedad Española de Física, Sabaté se dio cuenta, tras un test de embarazo, de que las baterías de botón que incorporaban estos dispositivos debían ser sustituidas por una alternativa más sostenible.

Las baterías biodegradables de papel no solo son toda una innovación en su principal aplicación, los test de diagnóstico de bajo coste para enfermedades como la malaria, el dengue, la tuberculosis o la fibrosis quística; sino que cada vez son más exigidas por la propia ciudadanía, que vive los efectos de la crisis climática y toma conciencia de la gestión de sus residuos.

Investigación VS acción

Neus Sabaté llevaba años desarrollando pilas de combustible y baterías de muy pequeño formato para dispositivos portátiles. Ella y su equipo lo hacían con tecnologías de muy alta duración, muy fiables, usando silicio, vidrio, oro, platino… materiales destinados para hacer baterías nuevas pero de uso convencional, por ejemplo en móviles y portátiles. «Estas baterías deben durar muchísimo, tienen que soportar grandes ciclos de carga y descarga» asegura para Sinc.

El entorno científico en el que desarrollaba su labor llevó a Neus Sabaté a preguntarse si el camino continuaba siendo la investigación o había llegado el momento de pasar al mundo real. Fue aquí cuando, aquel test de embarazo inspiró a esta científica a poner solución a un problema ecológico de gran envergadura. «Lo ideal sería hacer una batería que estuviese con esos materiales, que no fuera tóxica y no contaminante. A partir de ahí salió la línea de baterías de un solo uso, sostenibles».

Sin embargo, Sabaté reconoce que el proceso es lento pues las empresas deben adaptar sus productos a las nombradas baterías.  «No es una cosa de uso mayoritario porque estamos hablando de una batería que se adapta al producto. Lo hacemos con unos costes finales de fabricación muy económicos, muy benignos y muy poco contaminantes. Lo que sí que hay es un proceso, que sí que es costoso, en el que el cliente tiene que redactar su producto para que nosotros podamos poner la batería en él».

La lentitud de las regulaciones en materia de ecología no han ayudado a que las empresas se adapten a los nuevos tiempos a los materiales menos contaminantes. Sin embargo, sí es palpable el cambio de mentalidad que ha experimentado un cambio de mentalidad que le lleva a preocuparse por el medioambiente. «Hay un cambio del consumidor a nivel social: estamos viendo que los plásticos polucionan los mares, las ciudades están contaminadas, el ciudadano de a pie está viviendo el cambio climático. Es ahora cuando vuelven esos clientes que hace tres años no les interesaba la batería porque ven que su clientela va por delante del marco regulatorio» reconoce Sabaté.

El proyecto de neus sabaté en tiempos de pandemia

Al igual que en todos los sectores de nuestra sociedad, la pandemia provocada por la Covid-19 ha tenido un impacto en el trabajo de Neus Sabaté. Aunque inicialmente estas baterías estaban diseñadas, entre otros dispositivos, para los test de enfermedades infecciosas, la pandemia ha ampliado sus posibilidades.

Tal y como explica Sabaté para Sinc, las PCR requieren el calentamiento de la muestra del virus para que su ácido nucleico se amplifique y se pueda medir. Es aquí donde entra en juego el desarrollo de estas baterías sostenibles que podrían ser utilizadas para realizar este calentamiento de forma portátil y barata. 

Inspirar a las nuevas generaciones de mujeres

La presencia minoritaria de las mujeres en las carreras STEM es uno de los puntos a los que Neus Sabaté da especial importancia. «Cuando presento mis ideas en una charla, cuento que fue un test de embarazo lo que me inspiró a llegar a hacer una aplicación muy práctica que solucionaba un tema ecológico. Ahí las chicas ven que yo he sido madre y dicen “científica, emprendedora, madre… ¿cómo puedes con todo?”. En esto subyace la idea de que hay que escoger entre vida personal o una vida profesional muy plena y competitiva, pero yo no tengo que renunciar a nada».

Según las conclusiones del Libro Blanco de las mujeres en el ámbito tecnológico, presentado en 2019, hay menos mujeres que hombres en las carreras científicas y técnicas y, en Europa, sólo el 30% de los empleos tecnológicos están ocupados por mujeres, un porcentaje que en España se reduce al 15,6%. Figuras como la de Neus sirven de inspiración para todas aquellas generaciones de niñas que, en un futuro, quieren dedicarse al mundo de las STEM.

Además de científica, Neus Sabaté es emprendedora, un mundo en el que la importancia del entorno resulta fundamental para avanzar. La inestabilidad de su puesto como científica le llevó a cambiar el rumbo de su vida laboral y, según Sabaté, ha sido una de las mejores decisiones que ha tomado a lo largo de su carrera. «Me siento muy emprendedora» concluye.

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