Cámaras, SMS e inteligencia artificial para oprimir a las mujeres en Irán

Mujeres en Irán con velo. Foto de Shamsia HassaniEl fuego del infierno en el que viven las mujeres en Irán se aviva con el uso de tecnologías de vigilancia impulsado por el gobierno de Ebrahim Raisi para hacer cumplir la obligación de cubrirse la cabeza con un pañuelo.

Amnistía Internacional ha acusado a Irán de “intensificar la represión” contra mujeres y niñas para imponer el uso del hiyab, después de que las autoridades anunciaran el despliegue de la ‘Policía de la moral’ un año después de la muerte de Mahsa Amini, detenida en por llevar el velo mal puesto. La joven, de 22 años, falleció tres días después de su arresto, cuando aún estaba bajo custodia policial. Según su familia y los medios locales, debido a los brutales golpes que recibió en prisión. 

La represión sobre las mujeres en Irán, se intensifica ahora con el uso de tecnologías como cámaras de vigilancia, envío de mensajes a los móviles e inteligencia artificial. Una investigación reciente publicada por Amnistía Internacional documenta numerosos casos en los que se ha notificado a las mujeres «infracciones del hiyab» a través de estas tecnologías.

Este documento señala que ha habido 1 millón de advertencias por SMS a las mujeres captadas sin velo en sus automóviles desde el 15 de abril de 2023; 133.174 mensajes SMS que requieren la inmovilización de vehículos; confiscaciones de 2.000 automóviles y derivaciones de más de 4.000 «reincidentes» al poder judicial en todo el país. Además se han realizado 108.211 informes sobre la aplicación de las leyes de uso obligatorio del velo respecto a la comisión de «delitos» dentro de las empresas y 300 «delincuentes» han sido identificados y remitidos al poder judicial.

En las últimas semanas y meses, ha surgido una oleada de informes que detallan el cierre de establecimientos comerciales, oficinas y empresas tras la identificación de mujeres que no se adhieren a las regulaciones del hijab dentro de sus instalaciones. Los casos reportados incluyen el cierre de la tienda en línea Digikala, el sitio web de comparación de seguros Azki y la tienda en línea Taghcheh. Estos cierres fueron provocados por la difusión de imágenes en las que sus empleadas no llevaban ropa de hijab en las redes sociales.

las mujeres en irán, vigiladas por la tecnología

Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional afirma que “la represión actual se ve intensificada por las tecnologías de vigilancia de masas, capaces de identificar a mujeres sin velo en sus vehículos y en espacios públicos reflejando el lamentable desprecio de las autoridades iraníes a la dignidad humana y los derechos de mujeres y niñas a la autonomía, la privacidad y la libertad de expresión, religión y creencia”.

En este sentido, Callamard incidió en que esta campaña de represión “muestra un intento desesperado de las autoridades para reafirmar su dominio y poder sobre los que se atrevieron a alzarse contra décadas de opresión y desigualdad durante el levantamiento ‘Mujer, vida, libertad’“, en referencia a las movilizaciones por la muerte de Amini.

Según IranWire, un sitio web de noticias colaborativo dirigido por periodistas iraníes profesionales en la diáspora y periodistas ciudadanos dentro de Irán, Ahmadreza Radan, comandante en jefe del Comando de Aplicación de la Ley de la República Islámica de Irán desde enero de 2023, ha solicitado al gobierno que mejore el «nivel de cobertura» de las cámaras de vigilancia. Radan está impulsando el uso de cámaras de CCTV y sistemas inteligentes en ciudades de todo Irán para identificar a las mujeres que no llevan el velo obligatorio.

mujeres en Irán con velo
Imagen publicada por IranWire

De esta forma, el régimen iraní quiere acabar con la oleada de protestas protagonizadas por un número creciente de mujeres, incluidas celebridades, que han aparecido en público sin cubrirse la cabeza desde que comenzaron las protestas en todo el país el año pasado, tras la muerte de Mahsa Amini.

Las autoridades iraníes han desatado una brutal represión contra las manifestaciones antigubernamentales. Los activistas dicen que más de 520 personas han muerto y más de 20.000 han sido detenidas hasta el momento. Tras las detenciones ilegales y los juicios parciales, el poder judicial ha dictado duras condenas, incluida la pena de muerte, contra los manifestantes.

«apartheid» DE género

Lejos de moderar la brutal represión a la que somete a la población, en especial a las mujeres, el régimen iraní prepara la aprobación de la Ley de Apoyo a la Cultura de la Castidad y el Hiyab, un nuevo reglamento aún más represivo y duro que establece castigos como multas, penas de cárcel de hasta cinco años, la confiscación de automóviles y la prohibición de conducir, además de deducciones de salario, prestaciones laborales o la prohibición de acceder a servicios bancarios.

El pasado 13 de agosto el parlamento iraní aprobó que sea una comisión a puerta cerrada la que se encargue de llevarla adelante, evitando así el debate público. La ley también perseguirá a quienes aboguen desde las redes sociales por no llevar el pañuelo.

«El proyecto de ley podría describirse como una forma de apartheid de género, ya que las autoridades parecen gobernar mediante una discriminación sistémica con la intención de reprimir a las mujeres y las niñas hasta la sumisión total», han denunciado expertos de la ONU.

Según la organización Article19, que lleva 35 años luchando contra la discriminación en el mundo, los medios de comunicación cercanos al gobierno iraní muestran, con ánimo intimidatorio, las herramientas con las que cuentan las autoridades para penalizar a las mujeres que no usan el velo. En junio, la Agencia de Noticias Fars, estrechamente asociada con el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, publicó un video que mostraba a hombres diciéndoles a las mujeres que usaran pañuelos en la cabeza y se cubrieran. Las imágenes filmadas mostraban la supuesta tecnología de reconocimiento facial que se utilizaba para identificar a quienes infringían la obligación del velo.

censura «inteligente»

Azam Jangravi, analista de seguridad de la información y activista por los derechos de las mujeres, explica que el despliegue de la tecnología de reconocimiento facial y vigilancia para vigilar la vestimenta de las mujeres no es el primer proyecto de represión digital desarrollado por la República Islámica. «La presidencia de Hassan Rouhani estuvo marcada por muchos proyectos para hacer que los controles de Internet fueran eficientes, incluidos los intentos de implementar el proyecto de filtrado inteligente. Esta iniciativa tenía como objetivo identificar y censurar «inteligentemente» contenido específico en plataformas como Instagram. Si bien no querían censurar toda la plataforma, querían asegurarse de que las páginas y publicaciones que iban en contra de la moral y las leyes islámicas permanecieran inaccesibles».

Los grupos de derechos humanos han estado documentando durante mucho tiempo los usos de estas tecnologías contra los activistas. El caso más famoso es la vigilancia y arresto del activista Isa Saharkhiz en 2009 utilizando el Sistema de Gestión de Interceptación Legal (LIMS) que Nokia-Siemens vendió al régimen. Después de que el Parlamento Europeo emitiera una resolución contra la compañía el 10 de febrero de 2010, y la familia Saharkhiz presentara una demanda contra Nokia-Siemens, la compañía dejó de vender equipos de vigilancia a Irán y lentamente detuvo su negocio en el país.

infundir miedo a la población

En declaraciones a BBC Farsi, el experto en tecnología Ahmed Ahmadian, comentó que «la perspectiva de emplear cámaras para monitorear el cumplimiento del hijab tiene un impacto psicológico muy fuerte cuyo objetivo es infundir una sensación de miedo».

Sobre la capacidad real del régimen iraní para usar esta tecnología, Ahmadian señala que, «aunque parece que el gobierno iraní puede no poseer actualmente capacidades tan avanzadas, la República Islámica está avanzando rápidamente para adquirirlas».

El reconocimiento facial implica el reconocimiento y el análisis complejo de distintos atributos faciales. A lo largo de este proceso, las imágenes faciales se traducen en datos digitales, posteriormente se cruzan con diversas bases de datos para establecer la identidad de las personas captadas en las imágenes.

Imagen de cabecera compartida en Twitter por la artista Shamsia Hassani

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