Cristina Garmendia, presidenta de Cotec: “En España somos mejores en innovación de lo que solemos pensar”

Cristina Garmendia, presidenta de la Fundación Cotec para la Innovación.

Cristina Garmenda tenía 18 años cuando dejó San Sebastián (País Vasco) para comenzar la carrera de Biología en Sevilla. Desde entonces, ha conseguido un doctorado bajo la dirección de Margarita Salas; ha fundado su propia empresa, Genetrix, en el sector de la biotecnología; ejerció como ministra de Ciencia e Innovación bajo el Gobierno de Zapatero y ha formado parte de la presidencia y los consejos asesores de diferentes fundaciones y empresas, entre otros muchos logros.

Desde 2015, esta mujer con experiencia tanto en el sector público como en el privado preside la Fundación Cotec para la Innovación. Una organización que trabaja para promover la innovación en diferentes ámbitos y garantizar que los cambios, con el enfoque correcto, puedan derivar en conocimiento y valor.

Hablamos con Cristina Garmendia para conocer mejor los objetivos de Cotec, los desafíos de innovar en España y las soluciones que se presentan para formar una sociedad más sostenible, avanzada e igualitaria.

— Empecemos por el principio: ¿qué es la innovación?

En Cotec promovemos una visión ampliada del concepto de innovación, que definimos como todo cambio (no solo tecnológico) basado en conocimiento (no solo científico) que genera valor (no solo económico).

Esta manera de entender la innovación nos permite desarrollar proyectos en áreas como la educación, el desarrollo territorial, la promoción de la economía circular, la reducción de brechas o el futuro del empleo, explotando al máximo el potencial de la innovación como motor de desarrollo económico y social.

Cristina Garmendia: : "El pasado mes de junio celebramos la quinta edición de Los Imperdibles, dedicada a la innovación en el medio rural"

Estamos en una época de constantes desafíos. Para afrontarlos, ¿en qué ámbitos debemos innovar en España?

Llevamos unos años encadenando crisis, la crisis económica de 2008, la crisis provocada por la pandemia en 2020 y ahora la crisis como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania. Cada una de estas crisis ha sido un acelerador de las grandes transiciones históricas de nuestro tiempo: los cambios en los flujos de información (de lo analógico a lo digital), en los flujos de materia y energía (de lo lineal a lo circular) y una última transición menos conocida, pero de gran relevancia, que se refiere a los cambios en los flujos de inversión (de lo material a lo intangible).

Conocer e impulsar estas tres transiciones es prioritario para Cotec, tanto como favorecer que su impacto beneficie a la mayor cantidad de población en el menor plazo de tiempo posible.

— ¿Qué está saliendo bien y en qué se debe mejorar?

Los españoles tienen una opinión muy favorable sobre el fenómeno de la innovación que, además, ha mejorado en los últimos años. Según la última ‘Encuesta de percepción social de la innovación de Cotec’, tan solo un 6 % de la población considera que la innovación es algo negativo.

Sin embargo, tenemos una imagen muy pobre de nosotros mismos como innovadores. Por ejemplo, tan solo el 5 % de los encuestados considera que España está en una situación de liderazgo en Europa respecto a la innovación. Esto es un problema de percepción: en España somos mejores en innovación de lo que solemos pensar, porque identificamos la innovación de un modo muy limitado.

“Los españoles tenemos una imagen muy pobre de nosotros mismos como innovadores”

Pero no podemos conformarnos con esto, hay varios puntos que mejorar. Hay que repensar con urgencia la relación entre administraciones y empresas, fomentar el aprendizaje mutuo, la fertilización cruzada entre ellas… En Cotec, por nuestra naturaleza público-privada y por nuestra misión, estamos comprometidos con esta tarea. De hecho, reivindicamos el papel de las administraciones no solo como promotores de innovación, sino también como sujetos innovadores en sí mismos y susceptibles de serlo todavía más; lo mismo que ocurre, viene bien recordarlo, con la inmensa mayoría de las empresas.

También apostamos por un modelo de empresa que trabaje activamente por el bien común. Que sea, por tanto, un agente político activo, entendiendo que no puede darse la sostenibilidad económica a largo plazo sin elementos como la sostenibilidad social y medioambiental.

— La pandemia ha agravado un problema que ya preocupaba: la desigualdad. ¿Cree que se hace lo suficiente para reducirla? ¿Qué más se puede hacer?

El binomio innovación-desigualdad es actualmente uno de los ejes estratégicos de Cotec. De hecho, dedicamos a ello la última convocatoria de proyectos PIA de Cotec. Además de abordarlo con estudios y análisis, este año organizamos en Gijón (Asturias) un encuentro con agentes empresariales, sociales y académicos para compartir proyectos, conocimientos y experiencias que ayuden a entenderlo y poner soluciones.

“La innovación favorece el progreso y el cambio positivo, pero también provoca desigualdad. El mayor desafío es extender sus beneficios al conjunto de la sociedad”

Estamos en un momento en el que tenemos que conocer bien las brechas sociales para poder cerrarlas. La innovación favorece el progreso y el cambio positivo, pero también, sobre todo en sus etapas iniciales, provoca desigualdad. El mayor desafío de la innovación es extender sus beneficios al conjunto de la sociedad. Para Cotec, el estudio de estas brechas es el punto de partida. Hay que medir, tenemos que saber qué está pasando y, a partir de ahí, implicarnos en la generación de soluciones.

En este sentido, en el último año hemos publicado un estudio sobre el fenómeno de la polarización laboral para ayudar a detectar los colectivos de trabajadores que tienen mayor riesgo de quedar excluidos en un mercado laboral cada vez más automatizado. También hemos analizado las competencias más demandadas para los empleos del futuro en España. Este curso, estudiaremos diferentes brechas sociales a través de cinco nuevos proyectos, seleccionados en la última Convocatoria PIA de Cotec entre cerca de 2000 candidaturas.

Cristina Garmendia, de Cotec: "La innovación puede ser un motor de desarrollo económico y social".

— Otro de los retos en España lo presenta el mundo rural. ¿Qué propone COTEC para fomentar su desarrollo?

En este sentido, el pasado mes de junio celebramos la quinta edición de Los Imperdibles, dedicada precisamente a la innovación en el medio rural. El festival congregó a más de 2000 asistentes y contó con una veintena de actividades para visibilizar el problema de la despoblación y ensalzar las posibilidades de desarrollo que ofrece el medio rural.

“El entorno rural es un agente innovador que hay que apoyar, tanto para reducir la despoblación como para mejorar la vida en las grandes ciudades”

En Cotec somos conscientes de que el propio entorno rural es un agente innovador en sí mismo que hay que apoyar, tanto para reducir la despoblación como para mejorar la vida en las grandes ciudades.

En la misma línea, hace unos años iniciamos un proceso de descentralización para desplegar nuestra actividad de análisis y promoción a escala local y autonómica, además de reforzar nuestras relaciones con sectores de interés a los que quizá no habíamos prestado suficiente atención. Para ello, contamos con una nueva vicepresidencia, liderada por el Ayuntamiento de Málaga, que velará por el estudio del impacto territorial.

— Algunas de las soluciones presentadas para hacer frente a otro de los grandes retos de la actualidad, el cambio climático, se basan en frenar el ritmo. ¿Puede la innovación ayudarnos a ir hacia atrás? ¿Consumir menos, crear menos y, en consecuencia, necesitar menos?

Nosotros apostamos por impulsar la economía circular. Es una de las tres transiciones objeto de estudio en Cotec que he comentado antes. La economía circular se basa en una nueva forma de producción y consumo. Se trata de un cambio de modelo global que implica a todos los agentes sociales, políticos y económicos.

No estamos siendo capaces de desacoplar el crecimiento económico del consumo de energía y de materia prima. Cuando hicimos el primer informe de situación, recogiendo datos de la incipiente recuperación económica, en 2015, creímos que estábamos en el buen camino, porque España estaba avanzando hacia un uso más eficiente de sus recursos. Pero resultó ser un espejismo que recogía todavía los efectos que tuvo la crisis en sectores muy intensivos en el uso de materia y energía, como el de la construcción. Según avanzaba la recuperación, volvíamos a caer en los vicios del pasado.

“Ojalá, cuando volvamos a crecer con fuerza, lo hagamos de forma más sostenible”

Ahora, con los efectos de la pandemia y aunque todavía no tenemos datos, ocurrirá algo parecido, mejorará la foto de eficiencia por los efectos del confinamiento. Ojalá no sea un espejismo en esta ocasión y cuando volvamos a crecer con fuerza lo hagamos de forma más sostenible.

— Tiene experiencia política. ¿Qué cree que hace falta para mejorar la cooperación entre el sector público y el privado?

Es importante afianzar una serie de alianzas entre el sector público y el privado, tanto para el progreso como para impulsar la Administración pública como sujeto innovador en sí mismo. La regulación inteligente, los datos abiertos, el intraemprendimiento, los entornos de prueba y la compra pública de innovación son algunas de las herramientas que impulsamos y analizamos en Cotec para mejorar la cooperación público-privada.

Imagen de Los Imperdibles, de la Fundación Cotec.

— ¿Qué papel juega la biotecnología en todo esto?

Se trata de un sector que ahora ya se percibe como decisivo, pero nació entre el desconocimiento social y el rechazo. Poco a poco ha ido creciendo, demostrando a la sociedad que es un sector esencial para el presente y futuro de la humanidad en diferentes ámbitos.

— ¿Qué cambio te gustaría ver en España?

En Cotec estamos muy comprometidos desde hace un tiempo con la promoción de herramientas que permitan una regulación y gestión pública más basada en evidencias y menos en apriorismos ideológicos. Nos gustaría que la experimentación pública y la evaluación de políticas públicas fueran la norma y no la excepción. Es muy irresponsable regular a largo plazo y a gran escala por pura intuición o militancia, sin hacer previamente experimentos pilotos y sin mostrar ninguna intención de medir los resultados.

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Imágenes | Fundación COTEC

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