Es cierto que recientemente hemos conocido de cerca el éxito de Instagram y otras aplicaciones que lleven la fotografía a los social media pero, con permiso de Flickr (que integra a otro tipo de usuario), la red de Mark Zuckerberg se ha convertido en algo así como la mayor montaña de fotos de la historia.
Probablemente no sea por albergar capturas de una calidad enorme, sino por la aplastante cantidad de imágenes que se suben… No obstante, cada día los usuarios de Facebook suben unos 250 millones a dicha red. Sí, cada día. Sin ir más lejos, en fechas señaladas como nochevieja, este tipo de cifras pueden multiplicarse. Con el paso del tiempo, nuestro álbum puede ser gigante y nuestros amigos seguir subiendo cosas, pero… ¿qué hago con tanta foto?
Quédate sólo con lo interesante
El primer problema lo tenemos ante la abundancia de información, algo típico de Internet. Tenemos cientos de contactos y es imposible seguir a todos. ¿Cómo distinguir qué me interesa y qué no? Podemos dejar que Facebook decida qué nos va a gustar más o recurrir a servicios externos. En nuestro caso, los más interesantes son Flipboard y Pixable.
Flipboard unifica todas las redes sociales y destaca el contenido que, acorde con tu uso, considera que va a ser importante que leas. Con esos datos, crea una especie de revista en a que ponernos al día en apenas unos minutos. No es específica para fotografías, pero puede ser una buena opción si somos habituales en muchas redes.
Pixable en ese sentido es mucho mas concreta. Trabaja sólo con Facebook y lo que hace es destacar las imágenes que publica todo nuestro entorno y separar las destacadas de las que son irrelevantes. Podemos seguir a usuarios determinados y conocer cualquier mínimo cambio y además también funciona con los vídeos. Una forma estupenda de ir directos a donde queremos sin perder el tiempo.
…y no olvides hacer copias
El segundo inconveniente que se plantea es cuando las fotos son nuestras. No es habitual que borremos las imágenes en las que nos etiquetan y mucho menos las que subimos, de modo que a largo plazo podemos pasar de tener un interesante catálogo sobre nuestra vida a un vertedero con miles de imágenes donde es imposible saber qué es lo importante. Además, no las tenemos, sino que si Facebook fallase por el motivo que sea, corremos riesgo de perderlas.
Puede sonar a locura, pero no sería la primera vez que datos de usuarios son eliminados por algún error técnico. En definitiva, que necesitamos alguna forma de separar el grano de la paja, así que allá van algunos consejos sobre cómo organizar nuestras fotos.
Una buena opción para tener claro qué queremos conservar y qué no, es tener una copia privada que podamos distribuir por carpetas a nuestro gusto. Para ello, podemos descargar manualmente todas y cada una de las imágenes que tengamos, pero es una ardua tarea que muchos rechazarán.
Para hacer este proceso más sencillo, tenemos herramientas que nos ayudan a guardar todas en las que estemos etiquetados sin comernos mucho la cabeza. Ese es el objetivo de Pick&Zip, una excelente idea que ahorrará varias horas a los más habituales de la cámara.
Una segunda opción plausible sería crear una tarea con ifttt, programa del que ya hemos hablado anteriormente, para que envíe las fotos que queramos a una carpeta de Dropbox, al correo, o allá donde le digamos. Vamos, que mejor cubrirnos las espaldas ante cualquier susto.
Algunas de estas no las conocía. Me las apunto, que aunque yo no soy muy de fotos en Facebook luego los amigos siempre están preguntando sobre el tema
La verdad es que ya te encuentras soluciones relacionadas con Facebook para absolutamente todo, qué locura.