Tras varios lustros de arduo trabajo por parte de la psicología positiva, sección de la psicología que se focaliza, entre otras cosas, en el estudio del bienestar, la felicidad y el florecimiento humano, podemos afirmar que estamos hoy ante un constructo psicológico con suficientes y solventes herramientas de medición y observación.
Porque, al contrario de lo que se podía pensar hace unos años, la felicidad humana sí se puede medir científicamente. Solo hablando de escalas, entre otro tipo de instrumentos, o cuestionarios validados psicométricamente, podemos encontrarnos con varias decenas. Entre ellas, veremos escalas que miden nuestro nivel de felicidad llamada hedónica, esto es, nuestro bienestar subjetivo y la satisfacción vital en general.
Pero también nos encontramos con escalas que miden nuestra eudaimonia, es decir, la felicidad más profundamente humana que tiene que ver con las fortalezas y virtudes universales, con la plenitud vital y florecimiento del ser humano.
Tanto para nuestra hedonia como para nuestra felicidad eudaimónica, también en nuestro móvil disponemos de un buen puñado de aplicaciones. Ya sea para medirnos o para ejercitarnos y fortalecernos en una u otra, o las dos cosas.
Si empezamos repasando aquellas aplicaciones que nos pueden ayudar con nuestro estado hedónico, nuestras emociones positivas, nuestra satisfacción con la vida y la consciencia de esa satisfacción, existe una buena pléyade de ellas.
Ejercicios y experiencias útiles para entrenar la felicidad
Si tuviera que destacar alguna, me decantaría por Happify. Primero por su interfaz, su carácter netamente amigable, su usabilidad, estética y diseño. Pero también por su contenido, pues sobre la capa de datos, escalas y cuestionarios que lo sustenta, nos encontraremos con actividades, ejercicios y experiencias realmente útiles y enriquecedoras que han demostrado suficiente solvencia en la mejora de determinados hábitos y comportamientos conducentes a un bienestar subjetivo más sólido y duradero.
Los expertos y científicos que están detrás de ella, de una manera u otra, avalan el carácter científico de sus propuestas. Dicen sus creadores, como principio fundacional, que la tecnología debe utilizarse para mejorar la vida de las personas, y su app da buen ejemplo de ello.
También para nuestro bienestar psicológico o felicidad eudaimónica (recordemos, la hermana gemela de la virtud), nuestro móvil dispone de una oferta extraordinaria. Si nos acogemos, por ejemplo, al modelo de las veinticuatro fortalezas humanas y pensamos que por cada una de ellas existe un buen puñado de aplicaciones que ayudan a ejercitarlas, la lista se haría casi infinita.
Los diarios de gratitud
Pero si tuviera que destacar una, me decanto por los diarios de gratitud. Decía Cicerón que la gratitud no es solo una virtud humana, sino la madre de todas las demás. Está sobradamente contrastada su incidencia en el bienestar psicológico y en el subjetivo, ambos escalones de felicidad estrechamente relacionados, no lo olvidemos.
Un ejemplo interesante de esos diarios de agradecimiento para nuestro móvil puede ser Happyfeed, pero hay muchos igual de válidos, pues el mecanismo es bien sencillo. Nos ayudan a recordar un número determinado de cosas, hechos, experiencias, vivencias, detalles, etc, que hayamos vivido cada día, y a registrarlos.
Las ventajas son múltiples: primero porque mientras agradecemos nos sentimos bien, pero también, y sobre todo, porque empezamos a poner el foco en lo positivo, tanto en lo presente como en lo pasado; nos ayuda a estar abiertos a la aceptación y a la serenidad ante lo que nos vaya ocurriendo, todo lo cual nos abre las puertas a otras virtudes y fortalezas humanas.
Al final, con ese hábito diario tan sencillo de dar las gracias por algo que ese día nos ha ocurrido, se pone en marcha una espiral virtuosa en el más puro sentido de la palabra.
No quiero dejar de señalar la importancia de la cautela y mesura en todo uso del móvil, también en esto. Debemos ser conscientes de que nuestros comportamientos con estas apps serán datos que dejemos a terceros. En principio, esto es algo que puede ayudarnos a nosotros mismos, a los demás, a la ciencia… siempre que esos datos, es de suponer, se usen de acuerdo a la ética y a la legislación de protección de datos. Pero, como toda herramienta humana, o casi, la bondad dependerá del fin de su uso.
En todo caso, para concluir, ¿puede nuestro smartphone ser un buen aliado para nuestra felicidad? Ciertamente, sí; siempre que se haga un uso ponderado o, en palabras de Schneider, Halfmann y Vorderer, de forma consciente, autocontrolada, con sentido. Y también, claro está, equipado con las aplicaciones apropiadas.
Aplicaciones que de manera rigurosa nos ayudan a medir y conocer nuestro propio nivel de felicidad y bienestar, subjetivo y psicológico, y también a mejorarlo. Porque la felicidad, como la virtud, es algo que también se entrena y se ejercita. Al menos, en parte, está en nuestras manos. Y hoy no hay nada más a mano para cualquier persona que su móvil.