La guía definitiva para las dudas sobre lavarse las manos

lavar manos

La higiene de manos cambió nuestra historia. Algo tan sencillo como un poquito de agua y jabón, algo tan rutinario en nuestra higiene personal, redujo las tasas de mortalidad en hospitales al 18,3% en un lapso de 90 días.

Un hito sin precedentes. Y se lo debemos a una batalla del doctor húngaro Ignaz Semmelweis. En su obsesión realizó un estudio hospitalario, contabilizando la cantidad de abortos y casos de fiebre puerperal en las salas de maternidad. Aquella peste se denominaba “hedor hospitalario” y era común.

Cuando recomendó lavarse las manos con jabón (entonces no había pilas con grifos, sino cubos sépticos), algunos de sus colegas cirujanos le llamaron de todo. Muchos se rieron, otros lo ignoraron y otros solicitaron formalmente su destitución como ‘profesional’. Lo lograron: tal fue la insistencia que Semmelweis terminó sin renovación de contrato y, poco después, en un sanatorio mental. Finalmente ganó la cordura y en 1847 se implementó un sistema de lavado en el Hospital General de Viena. 

Aún hoy y según datos de Unicef, unos 350.000 niños fallecen cada año por enfermedades asociadas a la falta de saneamiento e higiene. Lavarse las manos no es, como diría Rajoy, «cosa menor». ¿Y cómo se lavan? Justo así.

Índice

  1. Modo y tiempo de un correcto lavado
  2. ¿Cuándo hay que lavarse las manos?
  3. ¿Sirve par algo el gel sanitizante?
  4. ¿Toallitas, desechables de papel o toallas de tela?
  5. Nuestro smartphone también necesita limpieza
  6. La temperatura es importante
  7. De la alerta al meme

Modo y tiempo de un correcto lavado

Partamos de una certeza: la limpieza no mata los gérmenes, pero sí los elimina y empobrece su entorno de propagación, disminuyendo así el riesgo de contagio e invasión de la infección. Segunda certeza: los desinfectantes no eliminan ni todos los tipos de microbio ni actúan igual sobre unas manos visiblemente sucias (manchadas de barro, grasa, pintura, etcétera).

Para un correcto lavado, solo hay que fijarse en la imagen que acompaña esta cabecera. Los seis pasos clave son:

  • Mojar las manos con agua, tibia o fría.
  • Enjabonar las manos.
  • Frotar las manos hasta hacer espuma.
  • Restregar la solución durante al menos 20 segundos.
  • Enjuagar con agua limpia, no estanca.
  • Secar.

El proceder habitual es muy sencillo: dosificamos una cantidad mínima de 3-5 mililitros para ambas manos, comenzamos frotando las palmas, palma con palma, entre los dedos, incidiendo sobre cada dedo, haciendo énfasis no solo en el interior, sino en los dorsos de los dedos, parte posterior y en las uñas, y bajando hasta la base de la mano, en la muñeca.

Una vez limpias procedemos a retirar la espuma aclarando con agua abundante y después nos secamos con una toalla. No tardaremos más de 25 segundos. Si vamos a retomar inmediatamente la actividad, no dejamos ni secar al aire ni tocamos nada antes de finalizar el secado. Tampoco nos lavamos únicamente usando agua, y si no contamos con jabón podemos usar algún desinfectante que contenga un 60% aproximado de alcohol.

¿Cuándo hay que lavarse las manos?

Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades:

    • Antes, durante y después de preparar alimentos (importante incluso para evitar contaminación cruzada).
    • Antes de comer.
    • Antes y después de cuidar a alguien en su casa que tenga vómitos o diarrea.
    • Antes y después de tratar un corte o una herida.
    • Después de ir al baño.
    • Después de cambiar pañales o limpiar a un niño que haya ido al baño.
    • Después de sonarse la nariz, toser o estornudar
    • Después de tocar a un animal, alimento para animales o excrementos de animales.
    • Después de manipular alimentos o golosinas para mascotas.
    • Después de tocar la basura.

¿Sirve para algo el gel sanitizante?

lavarse las manos

En país tras país, durante los primeros días de histeria este ha sido el primer producto agotado en las grandes superficies de los centros comerciales. El popular alcohol en gel, gel antibacterial o gel para sanitización es un producto estrella desde hace varios años. Su contrastada función antiséptica sirve para lavarse las manos en seco y dificultar la proliferación de bacterias.

Su principio activo se basa en alcohol isopropílico, etílico o propílico, en proporciones que van del 60 al 70%. Por esta razón, si no encuentras este producto para comprar, la propia OMS indica que puedes fabricar tu propio alcohol en gel mezclando dos tercios de alcohol al 99% y un tercio de algún gel o jabón neutro. La solución se mezclará mejor con gel de aloe vera, por ejemplo.

El desinfectante tampoco elude la responsabilidad de lavarse las manos con agua y jabón. Y el modo de aplicación es el siguiente:

  • Aplicamos una cantidad estimada según las instrucciones o etiqueta de aplicación.
  • Frotamos durante 20 segundos el gel sobre toda la superficie de la mano y dedos, sin dejar ningún recoveco sin cubrir.
  • Aguardamos hasta que el producto haya sido completamente absorbido y las manos estén secas.

¿Toallitas, desechables de papel o toalla de tela de toda la vida?

Hasta la fecha, todos los estudios resultan bastante sesgados para arrojar una conclusión severa. Y la conclusión general sugiere que todas las opciones son buenas. El factor determinante es lavarse correctamente, no tanto el método de secado.

Eso sí, la toalla debe estar siempre limpia y aunque la toalla de papel desechable parece más recomendable para evitar un rendimiento degradado, la recomendación es optar por aquella que sea más sostenible ecológicamente. Ya que tampoco existen evidencias que demuestren mejoras de salud, pero sí se ha demostrado un patente impacto ambiental al gastar más agua en su procesado. También podemos optar por secarnos con toallitas lavables.

Nuestro smartphone también necesita limpieza

Fosas nasales, heridas en manos, globos oculares y boca son las puertas de entrada, generalmente, del coronavirus en nuestro organismo. Y no lavarse las manos es la mayoritaria puerta de entrada a infecciones. Nuestros dedos son el peor enemigo de, por ejemplo, nuestro móvil.

Algunos estudios han constatado que nuestro smartphone puede contener 18 veces más bacterias por centímetro que un inodoro público. Otro estudio de la década pasada apuntaba a que uno de cada seis móviles está infectado con bacteria fecal. Y limpiarlo no es tan complicado, solo hay que seguir estos pasos:

  • Apagarlo y desmontarlo en la medida de lo posible (si cuenta, por ejemplo con batería o teclado extraíble).
  • Utilizar un paño o gamuza suave como los de las lentes correctoras humedeciéndolo ligeramente con agua jabonosa.
  • Secarlo con papel o una toalla desechable.

También se pueden usar toallitas de bebés, ya que contienen una solución jabonosa. O incluso las propias soluciones de alcohol isopropílico, directamente sobre la pantalla, pero con cuidado de evitar un filtrado por las distintas conexiones y entradas de auriculares y micrófono y altavoz. O al menos esa es la sugerencia del equipo experto de Popular Science, en coherencia con las pautas del conglomerado AT&T.

Por lo demás, y en aras de evitar extender y propagar infecciones, se recomiendan limpiezas de rutina en las superficies de uso más frecuente: «Mesas, pomos de las puertas, interruptores de luz, manijas, escritorios, inodoros, grifos o fregadero, con limpiadores domésticos y desinfectantes registrados por la EPA que sean apropiados para la superficie, siguiendo las instrucciones de la etiqueta». 

La temperatura es importante

lavarse las manos

Aunque la temperatura varía, los patógenos se encuentran cómodos viviendo a ciertas temperaturas. El rango óptimo para el COVID-10 va de 13ºC a 19ºC. De ahí esa creencia popular que sugiere que el COVID-19 morirá en verano, pese a que las evidencias han demostrado que puede transmitirse en todas las zonas, incluyendo clima cálido y húmedo.

Esto significa que los coronavirus, a temperaturas poco óptimas, no proliferan, se inactivan, pero en ningún caso significa que mueran (esto puede tardar horas o días, dependiendo de la superficie). Otro estudio ha constatado que el COVID-19 se reproduce rápidamente a 8,72ºC.

En resumen, las pautas elementales imponen conservar la cadena de frío: ventilar estancias, lavar a 60ºC todo tipo de telas comunes (mantelería, ropa de trabajo, ropa de cama), cocinar los alimentos a más de 70ºC y lavar la vajilla a 80ºC o más, recomendando el uso de lavavajillas para una correcta desinfección.

De la alerta al meme

Independientemente del idioma, la propia OMS sugiere que para contabilizar el tiempo de lavarnos las manos cantemos el ‘Cumpleaños Feliz’ dos veces seguidas. Cada vez son 10 segundos. Ese ‘Happy Birthday’ brindó una oportunidad: ¿y por qué no lavarse las manos con otra canción más molona, como el ‘Killing in the name of…’ de ‘Rage Against the Machine’?

El humor en tiempos de crisis es catalizador de las ansiedades y las inminencias. Eso es lo que ha pasado. Solo hace visitar la web Wash Your Lyrics para extraer letras de cualquier canción desde Genius.com y pegarlas en el póster de seguridad pública. Es una delicia. Una iniciativa que comenzó en Twitter un tal Todd Dillard, al facilitar la plantilla para ello. Ya sabes, vas a pasar muchas horas en casa, al menos podrás entretenerte generando memes.

En Nobbot | Todas las teorías del fin del mundo, explicadas y desmontadas

Imágenes | Unsplash (1, 2 y 3), Wikipedia (trabajo propio de http://www.hegasy.de/)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *