La igualdad de género y la diversidad son pilares fundamentales para el progreso económico y social y, por ello, es trascendental potenciar el talento femenino también en el sector industrial.
De esta forma se busca visibilizar la contribución y el potencial de las mujeres en el sector industrial, y trazar un camino hacia una mayor equidad de género en este ámbito. Esta iniciativa trata de inspirar a las empresas a tomar medidas concretas para promover la igualdad de género para liderar y transformar la industria.
Helena Antolín, vicepresidenta de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), contó su experiencia como directiva en la empresa familiar destacando cómo la tecnología está transformando el sector de la automoción, y subrayando que esta no tiene género por lo que invitó a las mujeres a introducirse en este mundo, dejando atrás reticencias que pueden suponer una rémora para su futuro profesional. «Debemos eliminar barreras que, muchas veces, nos imponemos nosotras mismas porque es el momento de las mujeres», afirmó.
En esta línea de empoderamiento femenino a la hora de asumir mayor protagonismo en el sector industrial y tecnológico discurrió la mesa redonda posterior que contó con la participación de Luz Usamentiaga, directora general de Regulación, Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Orange, Adriana Orejas, Industrial Transformation Technology Director de REPSOL, Sonia López Caballero, directora de Categoría de Producto para Electrónica de MAHLE Aftermarket GmbH y Gema Díaz Real, expresidenta de Sniace y directora externa del Programa Consejera de EOI.
la visión femenina en el sector industriaL
Luz Usamentiaga, directora general de Regulación, Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Orange, señaló que a la mujer le cuesta postularse a cualquier puesto si no está segura al 150%, algo que no pasa en el caso de los hombres. «Quitarte el miedo te abre la puerta de distintas industrias que tienen el propósito de mejorar la vida de las personas, algo que conecta muy bien con el espíritu femenino que busca el impacto positivo en la sociedad», dijo, poniendo como ejemplo el papel de las telecomunicaciones durante la pandemia.
Sonia López Caballero coincidió en la necesidad de que las mujeres pierdan el miedo a introducirse en el sector industrial a pesar de las dificultades. «A mí me costó que reconocieran mi valía en la fábrica en la que me incorporé y lo hicieron porque era el último recurso en una situación de crisis. A partir de ahí, durante 10 años fui la única mujer en un mundo de hombres», explicó.
López Caballero destacó las situaciones de discriminación a las que se ha enfrentado en su trayectoria profesional en el sector del automóvil en el que, por fortuna, cada vez es más normal ver a mujeres en los puestos de dirección. «Esta visión femenina se traduce en mejores resultados», subrayó.
A pesar de esta progresiva incorporación del talento femenino, Díaz Real constató que el mundo de la industria sigue siendo un mundo principalmente masculino. «Pero en todas las industrias hay muchos retos en los que las mujeres tenemos mucho que aportar», dijo poniendo como ejemplo de la industria del hidrógeno verde.
Adriana Orejas, por su parte, compartió sus primeras experiencias como mujer en el sector energético, en el que tuvo que soportar comentarios machistas durante años. «Ellas deberían ponernos los cafés», escuchó en sus inicios. Por fortuna, esta situación ha cambiado y, por ello, su consejo a las mujeres es: «No os frustréis, luchad, buscad aliados». Orejas concluyó su intervención destacando que «el futuro en el sector industrial se está construyendo y es necesaria la diversidad para lograrlo».