Los suelos de cal, una innovación neolítica que mejoró la supervivencia de la especie

En esta era de constantes innovaciones tecnológicas en campos tan diversos como la medicina, robótica o las telecomunicaciones, es difícil entender que un simple suelo de cal pueda haber tenido una trascendencia mayor en el presente de la humanidad que, por ejemplo, la creación de internet. Sin embargo, unos suelos tapizados con este material, descubiertos en Jordania por investigadores del CSIC, reflejan un avance en las medidas de higiene que contribuyeron al desarrollo demográfico durante el Neolítico.  Y es que, a veces, la tecnología más puntera es un suelo de cal, una bombilla que ilumina, un grifo del que sale agua o, en el colmo de la sofisticación, un simple botijo.

El uso de la cal llega a nuestros días, siendo la profilaxis que aporta una de sus ventajas para la construcción de viviendas. En el siglo XVIII, Carlos III, por ordenanza real, incitaba al encalado general de edificios para ayudar al control de epidemias y mejorar la higiene. En nuestros días, en viviendas donde hay personas alérgicas, es recomendable el uso de pinturas a la cal, ya que evita el desarrollo de agentes productores de alergias como hongos y ácaros.

Los dos suelos de cal descubiertos por los investigadores del CSIC fueron pintados en unas cabañas de los primeros pueblos sedentarios, en el yacimiento jordano de Kharaysin. Estas estructuras permiten datar los primeros usos de la elaboración de cal para cubrir suelos en 10.800 años.

una casa limpia

“El descubrimiento pone de manifiesto las altas capacidades técnicas de los grupos humanos que fabricaron estos suelos sofisticados con el fin de mantener limpios los espacios domésticos, antes de la domesticación de plantas y animales. La aparición de estos suelos con finalidad higiénica fue una innovación muy importante durante el proceso de aparición de los primeros poblados sedentarios, que agrupaban a cientos de personas durante el Neolítico”, explica el investigador del CISC en la Institución Milá y Fontanals Juan José Ibáñez, director del proyecto junto con la Universidad Pontificia de Salamanca y la Universidad de Cantabria.

expresionismo abstracto en un suelo del neolítico

La estructura, pintada de rojo con hematites, fue localizada en una cabaña de construcción semienterrada, en la que también hallaron restos de una cocina y un hogar excavado en el suelo y rodeado de suelo de cal. En un segundo suelo, pintado también en rojo y fechado en hace 9.800 años, los investigadores han identificado motivos en un estilo abstracto y espontáneo, que evoca el expresionismo abstracto, que combina trazos cortos y gotas aspergidas dispuestas en amplias líneas curvas.

“Las características de la pintura y su estilo indican la existencia de inquietudes estéticas y, probablemente, también simbólicas. Podríamos decir que los diferentes estilos artísticos que se utilizan en el arte contemporáneo ya estaban presentes para decorar los espacios arquitectónicos durante la transición hacia las primeras sociedades agrícolas y ganaderas hace más de 10.000 años”, añade Ibáñez.

Sedentarismo, agricultura y ganadería

Entre hace 11.500 y 9.000 años, las comunidades humanas comenzaron a vivir en amplios poblados sedentarios e inventaron la agricultura y la ganadería en Próximo Oriente. Las casas experimentaron profundas transformaciones desde las sencillas y pequeñas cabañas ovales enterradas hasta las grandes edificaciones rectangulares con habitaciones múltiples, construidas sobre la superficie del terreno. Estos cambios hacia el uso de casas cada vez mayores y más complejas conllevaron importantes retos técnicos relacionados con la construcción de muros, suelos y tejados.

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