Del gran cometa de César al brillante Hale-Bopp: ¿qué sabemos de los cometas?

qué son los cometas que brillan en el firmamento

Estrellas de pelo largo, apariciones cósmicas acompañadas de malos presagios. Intervenciones divinas o escombros helados de la construcción del universo. ¿Qué son los cometas en realidad?

A lo largo de la historia, la humanidad ha buscado todo tipo de explicaciones para estos cuerpos celestes que recorren el sistema solar. Hoy conocemos miles de ellos y la ciencia le ha quitado misticismo a su origen. Aun así, estas rocas heladas acompañadas de una cola de polvo brillante son uno de los objetos más fascinantes de nuestro sistema. Y uno de los más espectaculares para observar a simple vista en el cielo nocturno (cuando es posible).

Índice

  1. ¿Qué son los cometas?
  2. De dónde vienen: el origen de los cometas
  3. Ejemplos famosos
  4. ¿Cuándo podremos ver el próximo cometa?

¿Qué son los cometas?

Los cometas, tal como los define la NASA, son los restos de la formación del sistema solar hace uno 4600 millones de años. Son bolas de hielo y material orgánico y, a día de hoy, son una de las mayores fuentes de agua conocidas fuera de la Tierra. Son más bien pequeños, aunque su tamaño oscila entre unos centenares de metros hasta varias decenas de kilómetros de diámetro. Además, la mayoría de los cometas siguen órbitas elípticas de gran excentricidad, lo que significa que solo se acercan al nuestra estrella cada muchos años.

En la actualidad se conocen cerca de 4000 cometas en el sistema solar. Todos ellos comparten una serie de características comunes, tal como las describe la Agencia Espacial Europea.

  • Núcleo. Es la estructura sólida y central del cometa. Está formada por una mezcla helada de agua, dióxido de carbono, monóxido de carbono, metano o amoníaco, entre otros compuestos químicos. Mientras la superficie del núcleo suele ser seca, polvorienta o rocosa, el hielo de agua está oculto en su interior.
  • Coma. Al acercarse al Sol, los materiales en la superficie del cometa se evaporan, dando lugar a la coma, formada por gases y polo. Esta configura una especie de tenue atmósfera del cometa.
  • Cola. Cuando la coma interactúa con el viento solar, las partículas se ionizan y aparecen las brillantes colas que caracterizan a los cometas. Su dirección no la marca la trayectoria del cometa, sino el viento solar. Es decir, las colas siempre apuntan en dirección contraria al Sol. A veces se alargan por más de un millón de kilómetros.
  • Arco de choque. Se forma cuando el viento solar interactúa con la parte frontal de la coma. Parece una especie de escudo brillante alrededor del núcleo del cometa.

De dónde vienen: el origen de los cometas

la nube de oort y el cinturón de kuiper

Atendiendo a sus órbitas, en el sistema solar hoy se conocen dos grandes tipos de cometas: de corto y de largo periodo. Los primeros son cuerpos celestes que provienen, por lo general, del cinturón de Kuiper. Se trata de un espacio en forma de disco más allá de Neptuno donde un número indeterminado de cometas oscuros orbita el Sol. Estos objetos, que comparten territorio con Plutón, se desvían a veces de su órbita e inician una trayectoria de acercamiento a nuestra estrella. Son los cometas más predecibles, ya que tardan menos de 200 años en dar una vuelta al Sol.

Los llamados cometas de largo período son muy diferentes. Se cree que la mayoría, proceden de la nube de Oort. Una inmensa región en los confines del sistema solar, a unas 100 000 unidades astronómicas del centro del mismo (100 000 veces la distancia entre la Tierra y el Sol). Estos cometas son muy poco predecibles, ya que su viaje alrededor de nuestra estrella puede durar hasta 30 millones de años.

La mayoría de cometas conocidos solo son descubiertos cuando empiezan a acercarse al Sol y brillan. Decir ‘acercarse’ podría ser exagerado, puesto que no se aproximan tanto como parece. Por ejemplo, el cometa Halley no se acerca a más de 85 millones de kilómetros (la mitad de la distancia de la Tierra al Sol). Algunos, eso sí, llegan a rozar el Sol. Son los llamados sungrazers. Pasan tan cerca que se rompen en pedazos y se evaporan por completo, terminando su viaje por el sistema solar.

Ejemplos famosos

La palabra cometa nos llega a través del latín, pero viene en realidad del griego antiguo. En este idioma significa ‘que lleva pelo largo’, en referencia a la cola del cometa. Y es que la observación y el estudio de estos cuerpos celestes se remonta varios milenios atrás. A lo largo de todos esos años, ciertos cometas han cautivado de manera especial a la humanidad. Estos son algunos de los más famosos.

El cometa de César

El Gran Cometa del año 44 a.C. o C/-43 K1, por su denominación oficial, aparece en la literatura china y romana de la época. Era visible a pleno día y es uno de los cometas más brillantes de los que se tiene constancia histórica. Fue tan importante que incluso acabó acuñándose en un denario romano. Por cálculos posteriores, se cree que fue un cometa que se aproximó mucho al Sol y terminó desintegrándose.

El cometa de Chéseaux

las seis colas del gran cometa de 1744

El Gran Cometa de 1744 o C/1743 X1 fue otro de los más brillantes de los que se tienen registros. Tras alcanzar su perihelio, el punto más próximo al Sol, desarrolló una cola en forma de abanico con seis brazos.

El Halley

Si hay un apellido asociado a un cometa, ese es el de Halley. Con una órbita corta, este cometa regresa al Sol cada 75 años. De él existen, además, observaciones periódicas registradas desde el 240 a. C. Fue el astrónomo Edmund Halley quien lo hizo famoso tras calcular su órbita y predecir con exactitud su próxima aparición en el firmamento en 1758. El 1P/Halley, como se le conoce de forma oficial, volverá a ser visible en julio del año 2061.

El Hale-Bopp

A pesar de no ser tan famoso, el Hale-Bopp o C/1995 O1 fue uno de los cometas más brillantes del siglo XX y, en consecuencia, uno de los más observados y fotografiados. Cuando superó su perihelio en abril de 1997 y alcanzó su máximo resplandor, el mundo estaba más equipado que nunca en el ámbito tecnológico para recoger el evento. El Hale-Bopp, eso sí, se aleja tanto del Sol que no volverá a ser visible hasta dentro de 2380 años.

¿Cuándo podremos ver el próximo cometa?

imagen de la NASA del Neowise, qué son los cometas

Cada cinco años, más o menos, podemos esperar que se acerque al interior del sistema solar un cometa que sea visible a simple vista desde la Tierra. El último destacable fue el C/2020 F3 o Neowise, que desplegó una amplia cola en verano de 2020, pero sin alcanzar el brillo del Hale-Bopp ni del McNaught (que iluminó el cielo del hemisferio sur en 2007).

Aunque esa es la media, en realidad todavía es difícil predecir con exactitud cuándo se dejará ver el próximo gran cometa. Muchos de ellos, de nuestro propio sistema, están todavía por descubrir. Sus apariciones en el firmamento solo son predecibles con unos meses de antelación, cuando empiezan a acercarse al Sol y a brillar. Además, una vez descubierta su trayectoria, tampoco es sencillo calcular con precisión la magnitud que alcanzará su brillo.

En definitiva, no sabemos cuándo podremos ver el próximo gran cometa, aunque en esta página pueden consultarse algunos de los candidatos. Mientras tanto, habrá que estar atentos a los cielos.

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Imágenes | Unsplash/Justin W, ESA, Naukas, Wikimedia Commons

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