Desde el inicio de la crisis sanitaria, han sido muchas las dudas sobre la utilidad de la aplicación española Radar COVID para el control de la curva de contagios. Sin embargo, un estudio realizado por investigadores españoles y publicado en Nature demuestra que la tecnología utilizada es eficaz.
Si bien se ha argumentado que el rastreo de contactos digitales es un complemento valioso del rastreo manual en la contención de COVID-19, hasta ahora no había evidencia empírica sobre su efectividad. Pues bien, investigadores españoles independientes han publicado los resultados obtenidos en un experimento controlado de 4 semanas que tuvo lugar en La Gomera (Islas Canarias, España) entre junio y julio de 2020, donde se evaluó el impacto epidemiológico de la aplicación Radar COVID.
«Después de una importante campaña de comunicación, estimamos que al menos el 33% de la población adoptó la tecnología y mostró además una adherencia y cumplimiento relativamente altos, así como un tiempo de respuesta rápido. La aplicación detecta alrededor de 6,3 contactos cercanos por infección primaria simulada, un porcentaje significativo son contactos con extraños», explican en su estudio. Esa cifra confirma los datos avanzados por el Gobierno en julio y supone casi doblar la eficiencia actual de los traceadores manuales, que en Canarias detectaban por esas fechas una media de 3,5 contactos.
Entre los académicos y expertos firmantes, se encuentran profesores de universidad españolas e internacionales o la abogada especializada en la auditoría de sistemas y la ética de datos, Paloma Llaneza.
justificado despliegue de radar covid
«Los resultados generales del estudio controlado son positivos y podemos concluir que, a priori, esta tecnología funciona y, después de campañas de comunicación adecuadas, podría tener el nivel suficiente de penetración y cumplimiento para ayudar y servir como un complemento útil para el rastreo manual de contactos y otras intervenciones no farmacéuticas en la contención de brotes epidémicos, justificando así su despliegue a nivel nacional», concluyen.
Desde el gobierno se ha señalado en repetidas ocasiones la necesidad de que la población descargue Radar COVID de forma masiva. Se estima que si se la descargara un 20% de la población podría reducir en un 30% en el impacto de la pandemia. Sin embargo, la aplicación solo registra 6,6 millones de descargas, según las cifras oficiales. Además un mínimo porcentaje de personas la han utilizado para comunicar su positivo y advertir así a los contactos estrechos.
Por ello, los investigadores insisten en Nature en la necesidad de implementar «no solo fuertes campañas de comunicación a nivel nacional, sino también campañas regionales para aumentar la densidad de adopción local».
Además, de la comunicación, los investigadores subrayan la importancia de que cada comunidad autónoma integre la app un su sistema sanitario. «Por ejemplo, cada comunidad autónoma debe poder proporcionar los códigos de 12 dígitos a los casos de PCR positivos de forma ágil y eficiente. Del mismo modo, el sistema de seguimiento que se lleva a cabo una vez que se alerta a los contactos cercanos es también único para cada sistema de salud autónomo y su integración es un factor crítico para el éxito de la aplicación», concluyen.