Compañeros de colegio en Madrid, Guillermo Milans del Bosch, abogado y empresario, y Loan Bensadon, farmacéutico, fundaron Baïa Food para mejorar la calidad de vida de las personas a través de la reducción del consumo de azúcar y edulcorantes artificiales.
Su golpe de efecto fue cuando descubrieron la miraculina, una glicoproteína presente en la pulpa de la fruta de la especie Synsepalum dulcificum, una baya endémica de África occidental. Su particularidad radica en su capacidad para enmascarar los sabores ácidos y potenciar el sabor dulce de alimentos y bebidas. Se trata de un nuevo alimento y recientemente, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria lo ha calificado como segura para el consumo humano.
– ¿Cómo descubrieron que la miraculina tiene la capacidad para endulzar?
Guillermo: Loan la identificó en una publicación científica durante unas prácticas en Utrecht, Holanda. A su vuelta, me lo contó en una de nuestras reuniones semanales. Los dos teníamos claro que queríamos emprender y solíamos hacer sesiones de brainstorming sobre distintas ideas de negocio. Decidimos viajar a Ghana y vimos que tenía un potencial brutal en el campo de la salud y la alimentación. Dejamos nuestros trabajos para traerla al mercado europeo. Existen relatos del siglo XVII que describen su consumo por las poblaciones locales para mejorar el sabor de platos tradicionales a base de palma agria. Los niños mastican la fruta antes de consumir naranjas y limones para potenciar su dulzor.
– Está en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como especie vulnerable. ¿Cómo promueven su cultivo ético y sostenible?
Loan: Cuando empezamos con el proyecto en 2013 teníamos muy claro que queríamos establecer las bases de un cultivo sostenible, aprendiendo de los efectos desastrosos de cultivos como el aceite de palma o la soja. Si nuestra intención era desarrollar un nuevo cultivo en origen con el potencial de convertirse en un alimento consumido a nivel mundial, tendríamos que pensar muy bien en su impacto medioambiental. Por eso nos asociamos con nuestro aliado estratégico y socio industrial HPW, con plantas de producción en Ghana y Costa de Marfil. Es una firma suiza que le da una enorme importancia a la sostenibilidad y ética. Controlamos toda la cadena de producción: desde un modelo de policultivo agro ecológico sin pesticidas hasta el procesado con energías renovables.
Además, respetamos el Protocolo de Nagoya y el reparto equitativo de los beneficios. Tenemos programas de formación en Buenas Prácticas Agrícolas y ayudamos a los agricultores con financiación para que puedan combatir plagas de forma ecológica y que tengan un espacio higiénico en la misma finca para hacer toda la selección de la fruta. Contamos con el apoyo del GIZ Ghana y del gobierno de Ghana a través del programa MOAP (Market Oriented Agriculture Programme).
«La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria acaba de concluir que la Synsepalum dulcificum es segura para el consumo humano».
– Una de las medidas incluye la construcción de una planta de liofilización en Ghana para aportar valor a la zona donde se produce la baya. ¿Cuál será la función de esta planta?
Loan: La liofilización requiere de una infraestructura y equipamientos que actualmente no existen en África Occidental para la alimentación. Es una tecnología de deshidratación que se ha popularizado en frutas y probióticos porque mantiene las cualidades del alimento fresco y conserva los microorganismos vivos.
La planta de liofilización, en la fábrica de nuestros socios HPW, buscará aumentar el valor del producto en el país de origen, reducir la huella de carbono de transportar producto congelado a Europa y abrir una nueva línea de frutas tropicales liofilizadas cultivadas ahí. Será una inversión de varios millones de euros en una planta de última generación.
– ¿En qué fase del proceso se encuentran para poder comercializarla?
Guillermo: Nos encontramos en la última etapa de la fase regulatoria. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en inglés) acaba de publicar su opinión científica, concluyendo que es seguro para el consumo humano. Esperamos recibir la ratificación por parte del Diario Oficial de la Unión Europea (UE) en los próximos meses.
– ¿Qué pasos hay que seguir para regular un nuevo alimento?
Guillermo: Es un proceso costoso que requiere de una inversión importante de recursos y tiempo. Para proteger la innovación y fomentar que las empresas inviertan, la UE protege a la empresa solicitante con un periodo de protección comercial de 5 años. La empresa autorizada sería la única en poder comercializar el nuevo alimento en todo el territorio comunitario. Para ello, es importante invertir primero en la cadena de suministro y contar con un producto estable que cumpla con los estándares de calidad europeos.
«Teníamos muy claro que queríamos establecer las bases de un cultivo sostenible, aprendiendo de los efectos desastrosos de cultivos como el aceite de palma o la soja».
– ¿Cómo trabajan con productores locales para asegurar el cultivo sostenible de los productos disponibles en su tienda en línea?
Loan: Tenemos un criterio básico que es el certificado ecológico, que garantiza que no se han utilizado pesticidas.También priorizamos que el producto sea cultivado en su país de origen. Además de crecer en las condiciones óptimas, creemos que es donde debe revertir el beneficio. Tenemos unos criterios de homologación de nuestros proveedores en los que analizamos criterios de sostenibilidad y ética empresarial. Algunos de los retos son los volúmenes. Muchas veces son un problema para importar pequeñas cantidades porque obliga a acudir a intermediarios que pueden ofrecerte producto ya importado en cantidades más adaptadas a tus necesidades.
– Para reducir la huella de carbono producida colaboran con la ONG Pachamama en el proyecto de conservación del bosque de Jari Pará (Brasil), donde obtienen el açai orgánico. ¿Van a impulsar proyectos similares en las zonas donde están sus productores?
Loan: Empezamos apostando por un tipo de productos saludables, poco conocidos pero nutricionalmente extraordinarios, sin aditivos ni edulcorantes. Pero, según hemos ido creciendo, tenemos que analizar el impacto negativo de nuestra actividad y contrarrestarlo. Empezamos compensando nuestra huella de carbono a través del programa de Shopify para medir la cantidad de CO2 emitida por los envíos de nuestro e-commerce, que es el 90% de nuestra actividad. Se centra en el mantenimiento de la biodiversidad de Jari Pará, una zona especialmente rica y amenazada del Amazonas. También vamos a participar en más programas que aúnen la protección del medio ambiente, la reforestación con especies autóctonas, la inclusión de personas con capacidades especiales y el apoyo a iniciativas relacionadas con la naturaleza y la salud.
«El consumidor actual es mucho más exigente y está empezando a entender la implicación que tiene la alimentación en nuestra salud».
– ¿Qué papel juega la alimentación orgánica y sostenible en nuestra salud y bienestar?
Guillermo: En mi opinión, un papel protagonista junto con la práctica de ejercicio y el descanso. Estos son los tres pilares que dependen de nosotros mismos para mejorar nuestra salud y bienestar. Sobre el resto de cosas poco podemos hacer, de ahí que sea muy importante que pongamos de nuestra parte.
– ¿Dirían que cada vez existe una mayor concienciación sobre los alimentos que ingerimos y que de ahí vayan incluyéndose en nuestra alimentación productos de origen vegetal cuyas propiedades eran desconocidas hace años?
Guillermo: Sin duda, y más aún después de la pandemia. El consumidor actual es mucho más exigente, ya que está empezando a entender la implicación que tiene la alimentación en nuestra salud, y eso le hace interesarse más por la nutrición.
Además, estamos viendo una tendencia clara en que este interés se está enfocando cada vez más en nuevos ingredientes naturales que se llevan consumiendo durante mucho tiempo en culturas milenarias, y que atacan problemas que son comunes a todos nosotros: inflamación, estrés, falta de sueño, etcétera.
– ¿Qué nuevos ingredientes destacarían por sus cualidades nutricionales?
Loan: La miraculina, al ser una herramienta para disfrutar del dulzor sin ingerir azúcar o edulcorantes artificiales; la raíz de ashwagandha [también conocido como bufera o ginseng indio], que contribuye a gestionar el estrés y la ansiedad; la cúrcuma, como antiinflamatorio natural, y el té matcha, porque mejora la concentración y el estado de calma-alerta.
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Imágenes | Baïa Food