Rosy Rodríguez, Arantxa Echevarría y Zaira Morales
Dos mujeres de etnia gitana se enamoran y, contra todo pronóstico, se ven obligadas a enfrentarse a una sociedad que no no se lo pone fácil. Esto es lo que nos cuenta «Carmen y Lola», una de las películas más sorprendentes y aplaudidas del momento. Una historia cargada de verdad que rompe con un enorme tabú, la homosexualidad en el mundo gitano. Tras un rodaje cargado de anécdotas y también imprevistos, asistimos a una verdadera joya que logra emocionar al espectador y acercarle a una realidad desconocida. Arantxa Echevarría, su directora, asegura que su primer largometraje apuesta “más por dar visibilidad a un colectivo desfavorecido que por tumbar rancios convencionalismos”.
La gran sorpresa
Premios Goya, los más importantes del panorama cinematográfico nacional, donde se llevó los premios a la mejor dirección novel y la mejor actriz de reparto. A pesar de las 8 candidaturas, Arantxa Echevarría aseguraba antes de la ceremonia que estaba más nerviosa la primera vez que recibió una nominación, en el año 2014 por el corto «De noche y de pronto». «El vuelo de las mariposas en el estómago me duró más tiempo y ahora es distinto».
«Carmen y Lola» se ha convertido en una de las grandes sorpresas de la 33 edición de losAntes del éxito en los Goya, la película ya fue acogida con entusiasmo en el Festival de Cannes, una oportunidad de oro que puso el foco sobre la historia de dos mujeres gitanas que se enamoran, contrariando así a la sociedad que les rodea.
apoyo de orange
Para Echevarría, Cannes aportó el empujón que «Carmen y Lola» necesitaba para no caer en el olvido. «Sin eso, habríamos estrenado y habría sido una película más entre tantas, pequeña y sin dinero para la distribución ni para la promoción. Habríamos desaparecido, igual que le ha pasado a otras que son estupendas pero a las que no les ha llegado el presupuesto para publicitarlas» reconocía.
Además, remarca las dificultades que encontró en el camino para que el proyecto comenzara a materializarse «me indicaron la puerta de salida en muchas ocasiones. Hasta que dimos con Orange. Hubo un momento en que Jean Marc Vignolles, el antiguo CEO de Orange en España, que había visto nuestros trabajos anteriores, nos dijo que le lleváramos propuestas. Le presentamos ocho y apostó por la más gorda», explica.
Un abismo entre nosotros
Arantxa Echevarría ha reconocido, en múltiples ocasiones, el enorme abismo que separa a gitanos y payos y el desconocimiento entre ambas culturas. Por eso, y a pesar de que el guión estaba escrito, estuvo sujeto a diferentes correcciones. La directora contactó con unas 15 chicas gitanas en diferentes chats y fueron ellas quienes, en gran medida, aportaron ese toque de autenticidad al guión. «No las llegué a conocer físicamente. Siempre quisieron vivir dentro de ese anonimato, por el miedo al qué dirán» comenta.
«Carmen y Lola» se ha convertido también en una experiencia de autoaprendizaje para Arantxa Echevarría. Al igual que el público en su gran mayoría, esta directora no conocía la realidad de la comunidad gitana y este largometraje le ha permitido soltar unas maletas llenas de prejuicios y clichés que, tristemente, nos acompañan a todos.
«Yo era una paya desconocedora del mundo gitano y lo que he descubierto es que son exactamente igual que nosotros. Con los mismos miedos de no tener trabajo, de no tener dinero para educar a tus hijos, de no tener futuro… También me he quitado de en medio muchos estereotipos que tenemos sobre su mundo», afirma orgullosa.
«Yo era una paya desconocedora del mundo gitano y lo que he descubierto es que son exactamente igual que nosotros»
El trabajo diario, la intensidad de la historia narrada, la cercanía de los miembros del equipo… son muchos los factores que han intervenido a la hora de fraguar una especial relación entre Arantxa y las protagonistas de su primer largometraje. Apenas puede contener la alegría al expresar en voz alta que las dos joyas de este reparto están nominadas en la categoría de Mejor actriz revelación. «Conseguí de ellas una complicidad y una química tremenda durante seis meses de ensayos».
Carmen y Lola es tan solo el principio del camino para dos mujeres que quieren hacerse un hueco en el mundo del cine español. De hecho, tal y como ha confesado Echevarría, «A Zaira la llamaron a la vuelta de Cannes para otra película en la que hace de nieta de Carmina Barrios, y ahora tiene opciones de alguna serie. Rosy lo tiene un poco más complicado, porque está casada y quiere formar una familia pero, después de los redaños que le han echado las dos para hacer «Carmen y Lola», estoy segura de que no se van a echar atrás».
nuevos proyectos después de «carmen y lola»
Que nadie crea que el camino de Aranxta Echevarría ha llegado a su fin porque la directora tiene muchos proyectos en mente, relacionados con ese cine social que considera tan necesario. «Me apetece mucho hablar de las segundas generaciones de inmigrantes. Quiero seguir insistiendo con el cine social, creo que es fundamental en estos tiempos», asegura.
Esperamos con ganas el siguiente trabajo de Arantxa Echevarría, una directora que ha sabido atravesar muros y que ha unido culturas en una obra que continúa arrancando el aplauso del público.
La entrevista original en PopTV