Los tubos de lava de la Luna podrían utilizarse para albergar grandes centros de datos

centros de datos en la lunaLa compañía Lonestar planea instalar centros de datos en los tubos de lava de la Luna para protegerlos de los efectos del cambio climático o de las guerras que asolan nuestro planeta.

La idea sigue la estela de la Bóveda del Fin del Mundo, ubicada en una remota en el archipiélago de Svalbard, cerca del Polo Norte, que alberga la mayor colección del mundo de la diversidad de cultivos. De hecho, las inundaciones padecidas por esta instalación a causa del cambio climático han llevado a Lonestar a plantarse la construcción de sus centros de datos lejos de nuestro planeta. 

Y es que, vistas las catástrofes a las que se halla expuesta nuestra querida esfera azul, cada vez son más los proyectos que ponen la vista en su satélite. El doctor Jekan Thanga, durante la última conferencia internacional IEEE Aerospace, planteó la idea de un arca lunar para salvar a las especies de la Tierra. Los investigadores estimaron que la ecosfera de toda la Tierra podría reconstruirse en el arca lunar con solo 250 lanzamientos.

arcas de noé de datos

Tanto en el proyecto de una especie de Arca de Noé lunar como en la nueva idea de construcir centros de datos, la clave está en los tubos de lava que surcan el interior de nuestro satélite. Es uno de los lugares conocidos más estables del Sistema Solar. Las sondas han registrado 200 de estos túneles con un diámetro de cien metros. En su interior se podría albergar un edificio donde guardar cincuenta muestras de cada una de las especies terrestres o servidores que puedan comunicarse con la Tierra, así como almacenar información que no queremos que se pierda en una futura crisis climática.

Vista de una fosa en la región de Marius Hills que podría ser un posible tubo de lava, imagen captada por la sonda estadounidense LRO (Wikipedia).

«Dependemos de los datos para casi todo lo que hacemos y son demasiado importantes para nosotros como especie para almacenarlos en la biosfera cada vez más frágil de la Tierra. El satélite más grande de la Tierra, nuestra Luna, representa el lugar ideal para almacenar de forma segura nuestro futuro», afirma Chris Stott, fundador de Lonestar.

Las investigaciones sugieren que los tubos de lava lunares han permanecido intactos frente a cualquier evento potencialmente destructivo durante los últimos 3 o 4 mil millones de años.  Gracias a ellos, Lonestar pretende proteger la información contenida en sus servidores de la radiación cósmica y las fluctuantes temperaturas de la superficie de la Luna.

primeras misiones hacia la luna

Bajo el programa Commercial Lunar Payload Services la compañía enviará su módulo de aterrizaje Nova-C a la Luna para su primera misión, denominada IM-1, a finales de 2022. Lonestar ejecutará una prueba solo de software, almacenando un pequeño bit de datos en el hardware del módulo de aterrizaje. Se espera que IM-1 dure un día lunar, un equivalente a dos semanas en la Tierra.

El segundo lanzamiento, IM-2, es más ambicioso. Se enviará otro módulo de aterrizaje Nova-C al Polo Sur de la Luna con varios equipos, incluido el taladro PRIME-1 de la NASA para hielo y un espectrómetro, así como el primer prototipo de hardware de Lonestar: un dispositivo de almacenamiento de un kilogramo, del tamaño de una novela de tapa dura, con 16 terabytes de memoria. Se espera que IM-2 se lance en 2023.

Luna

objetivo: colonizar la luna

No es la primera vez que se plantea un proyecto así. La agencia espacial italiana ASI recurrió a Thales Alenia Space para estudiar 16 conceptos de diseño que puedan permitir la colonización humana de la Luna, incluyendo un centro de datos.

«Para muchas necesidades, confiar en los recursos computacionales radicados en la Tierra simplemente no es aceptable, porque las comunicaciones con la Tierra están sujetas a una gran latencia, en un orden de magnitud mayor que lo que consideramos aceptable para los estándares VoIP actuales y dos órdenes de magnitud más grande que el estándar deseado para aplicaciones de baja latencia como máquinas virtuales y almacenamiento en red», explicó a DCD Eleonora Zeminiani, jefa de la división Nuevas Iniciativas de Exploración Humana de Thales Alenia Space.

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