Los orígenes del whisky se pierden en la noche de los tiempos. Algunos dicen que los egipcios ya conocían los misterios de la destilación de grano fermentado, otros que las bases de su elaboración llegaron a Mesopotamia desde China. En lo que parece que hay consenso es que fueron los monjes los que llevaron el whisky a Escocia e Irlanda y, desde allí, esta bebida se empezó a popularizar en Europa. Hablamos de algo que sucedió hace unos mil años, sin embargo, los tiempos cambian y ahora parece que la inteligencia artificial hará suyo también ese conocimiento milenario y asumirá un inédito protagonismo en la fabricación del whisky.
cuyas aplicaciones parecen no tener fin. Para ello, colaborará con la empresa de tecnología finlandesa Fourkind y Microsoft.
Así, la destilería sueca Mackmyra ha anunciado la próxima comercialización de un whisky elaborado siguiendo la fórmula dictada por una inteligencia artificial,No es la primera vez que la tecnología del siglo XXI se utiliza para dar forma a bebidas tradicionales. La cervecera danesa Carlsberg, través del Beer Fingerprinting Project ya utiliza sensores avanzados y métricas que son utilizados por sus investigadores para no tener que probar litros y litros de cerveza antes de decidir su comercialización.
el complejo proceso de fabricación del whisky
Sin embargo, desde Mackmyra se explica que el proceso de fabricación del whisky es mucho más complejo que los modelos utilizados para crear cerveza, debido a la gran cantidad de combinaciones de factores que hay que valorar, y el hecho de que “las recetas de whisky son más arte que ingeniería”.
Y es que la calidad de un buen whisky no solo depende de la combinación de los distintos ingredientes, sino que entran en juego los barriles donde se almacena y el tiempo que se dedica a su maduración.
Los modelos de aprendizaje automático que utiliza la destilería, impulsados ??por la plataforma Azure de Microsoft, se “alimentan” de las recetas existentes de Mackmyra, datos de ventas y preferencias de los clientes. Con este conjunto de datos, la IA puede generar más de 70 millones de recetas y predecir cuáles serán más populares así como su calidad, despejando buena parte de las incertidumbres asociadas a la fabricación del whisky.
¿Y qué pasará con el «master blender»,? ¿Sucumbirá esta profesión, como tantas otras, al poderío de la inteligencia artificial? Desde la compañía finlandesa lanzan un mensaje tranquilizador: “la inteligencia artificial crea la receta del nuevo whisky, pero aún nos beneficiamos de la experiencia y el conocimiento de una persona, especialmente la parte sensorial humana, que nunca puede ser reemplazada por ningún programa.
“El whisky es generado por la inteligencia artificial, pero perfeccionado por el hombre. En última instancia, la decisión la toma una persona «, concluyen.
El whisky generado por la IA de Mackmyra estará disponible a partir de otoño de 2019. Según la destilería, esta es la primera vez que se crea una receta compleja de productos de consumo con aprendizaje automático…pero el whisky es solo el comienzo.