Los mensajes surcan las redes sociales en todos los formatos imaginables y utilizando todo tipo de recursos audiovisuales. Emoticonos, stickers, memes o vídeos en TikTok han tomado el relevo del abecedario a la hora de hacernos entender por otra persona.
Pero nos faltaba poder escribir mensajes que suenan a jazz para dar un toque noctívago a nuestras epístolas 2.0, aunque las hayamos escrito a la sombra de un naranjo, al mediodía, en Sevilla, en agosto.
evocar emociones, captar la atención y crear recuerdos duraderos».
Así lo ha entendido el equipo de Plan 8, una compañía radicada en Estocolmo y Los Ángeles, especializada en diseñar música y sonido para marcas, productos, películas y experiencias. Según explican, «operamos en la intersección de audio, tecnologías emergentes, publicidad y arte paraescribir mensajes que suenan a jazz para molar
El equipo de Plan 8 está formado por compositores, tecnólogos y visionarios (fíjate tú) que trabajan para clientes como Google, IKEA, o Spotify. Sin embargo, parece que su actividad les deja tiempo libre para probar cosas nuevas que muestran al mundo en la sección «Labs» de su blog. Allí nos encontramos con JazzKeys, una sencilla aplicación que nos permite teclear un mensaje haciendo corresponder cada carácter con una nota musical de una composición de jazz.
Escribir mensajes que suenen a jazz es más simple que el mecanismo de un chupete: solo hay que entrar en la web y escribir el mensaje que luego se podrá compartir vía Facebook, Twitter o enviando el link. En cuanto a los estilos musicales que ofrece la web, son cuatro, que se corresponden con otros tantos clásicos de este género: My Romance, Blue in Green, The Köln Concert o Peace Piece.
También hay estilo libre que, por fortuna, no es tan libre porque, en manos poco diestras, esta forma de comunicación se podría convertir en insoportable cacofonía. Y mira que insistieron en el colegio en enseñarnos a tocar la flauta dulce…pero ni aún así.
En fin, todo sea por captar la atención de aquella persona con la que nos queremos comunicar, proporcionando un toque de bohemia cool a nuestros habitualmente inanes mensajes. Un gran logro esta evolución del «K pachaaaa» a la trompeta de Miles Davis.