La lluvia ácida sigue ahí: estas son sus consecuencias

qué es la lluvia ácidaA menudo, escuchamos hablar de lluvia ácida y, de hecho, este fenómeno ambiental representa un grave problema. Junto con el agujero de la capa de ozono y el efecto invernadero es de los principales impactos de la contaminación en nuestro planeta. Pero exactamente ¿qué es la lluvia ácida? Averigüemos sus causas y cuáles son las consecuencias en nuestra salud y en el ecosistema en el que vivimos.

Índice

  1. Qué es la lluvia ácida y por qué se produce
  2. Consecuencias de la lluvia ácida
  3. Qué podemos hacer para evitar la lluvia ácida

Qué es la lluvia ácida y por qué se produce

Las lluvias ácidas son precipitaciones lluviosas que también pueden presentarse en forma de nieve o granizo. Están cargadas de partículas ácidas y moléculas que habitualmente se encuentran en la atmósfera pero que, debido a este fenómeno, se depositan en el suelo. En la lluvia ácida encontramos principalmente óxidos de azufre (70%) y de nitrógeno (30%).

Estos compuestos hacen que el pH del agua sea inferior a 5 y por esta misma razón las lluvias se pueden definir como ácidas. En condiciones normales, de hecho, la lluvia tiene un pH de entre 5 y 6,5 porque está compuesta exclusivamente por agua y polvo atmosférico.

Una vez entendido qué es la lluvia ácida, intentemos averiguar las causas que la producen. El aumento en la atmósfera de dióxido de carbono (CO2), óxidos de azufre y de nitrógeno puede ser provocado por causas naturales pero también por la actividad humana. La misma actividad que también es responsable del efecto invernadero y el consecuente calentamiento global.

El uso masivo de combustibles fósiles por parte de la humanidad es el mayor acelerador en la formación de lluvia ácida. En gran parte, esto se debe al funcionamiento de plantas industriales y a la actividad de centrales eléctricas y vehículos. Pero también a los incendios de bosques y sabanas.

Tras entender qué es la lluvia ácida, no será difícil imaginar sus consecuencias. Hay que decir que estas precipitaciones no representan un peligro directo para el ser humano. En el sentido de que caminar bajo la lluvia, incluso si tiene un pH más bajo que las condiciones normales, no causa daño directo al cuerpo. Sin embargo, la lluvia ácida comienza a ser peligrosa para nuestra salud cuando ingerimos alimentos cultivados en zonas afectadas por este fenómeno.

lluvia

Consecuencias de la lluvia ácida

La lluvia ácida afecta y eleva los niveles de toxicidad de los alimentos que se cultivan. Esto tiene graves consecuencias para nuestra salud. El daño puede manifestarse con enfermedades circulatorias y problemas respiratorios, pero también en forma de cáncer, especialmente en los pulmones.

Por supuesto, el entorno natural es el que está más expuesto a los riesgos debidos a la intensificación de la lluvia ácida. La cual, de hecho, afecta el crecimiento y la capacidad reproductiva de las plantas, reduciéndolas drásticamente. Muchos bosques están en peligro de ser destruidos y la penetración en el subsuelo de agua con valores de pH tan bajos contamina el acuífero.

La acidificación del suelo es muy perjudicial ya que reduce drásticamente la disponibilidad de nutrientes. Obviamente, esto tiene consecuencias desastrosas sobre los cultivos y la vegetación espontánea. De hecho, la vegetación debilitada por la deficiencia de nutrientes es más propensa a sufrir enfermedades y ataques de plagas. Además, la acidez de la precipitación conduce al crecimiento de plantas enfermas o menos resistentes al frío, incapaces de sobrevivir a la temporada invernal.

Por tanto, la respuesta a la pregunta de qué es la lluvia ácida debería ser ante todo: un problema muy grave para nuestra salud y la del planeta. Pero eso no termina ahí, ya que la lluvia ácida también causa serios daños a las estructuras de edificios y monumentos. De hecho, el óxido de azufre tiende a corroer los materiales, acelerando su descomposición. Esto se aplica a la mayoría de los materiales utilizados en la construcción. Incluido el hormigón armado, el acero y, sobre todo, la piedra caliza y el mármol.

lluvia ácida

Qué podemos hacer para evitar la lluvia ácida

En las ciudades, estas precipitaciones pueden provocar graves peligros. Baste decir que su acción corroe el bicarbonato de calcio y transforma la piedra caliza en yeso. De este modo, el desprendimiento y caída de partes de edificios se convierte en un riesgo muy concreto, pues el yeso es un elemento muy frágil y expuesto a la acción del viento y otros eventos atmosféricos.

Ahora que hemos aclarado qué es la lluvia ácida y sus consecuencias, vale la pena preguntarse qué se puede hacer para evitarla. Básicamente, este problema podría ser limitado con la reducción del uso de combustibles fósiles por parte de las industrias. Reducir la dependencia de esta fuente energética para el transporte y la producción de electricidad, significaría solucionar en gran medida el problema.

Los coches eléctricos y las fuentes de energía renovables son, hasta la fecha, las soluciones más eficaces. Por el momento, sin embargo, es impensable implementar medidas tan definitivas en todo el planeta. Desde luego, los países menos desarrollados no pueden permitirse todavía este salto tecnológico.

Sin embargo, ya sería un gran avance si los países más ricos e industrializados pudieran reducir al máximo las actividades que provocan este fenómeno. Por ejemplo, implementando los procesos de combustión con soluciones tecnológicas que permitan reducir las emisiones de óxidos de azufre y nitrógeno. Mientras tanto, todos nosotros podemos intentar adoptar un estilo de vida diferente y respetuoso con el medioambiente.

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Imágenes | Inge Maria/Unsplash, Ed Leszczynskl/Unsplash, Geetanjal Khanna/Unsplash

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