Diálogo, paz, empatía o, en su defecto, “Jäggermaister”: Twitter busca palabras para 2023

juego en TwitterTodo empezó como otro juego más en Twitter. Sobre el dibujo de un frasco de cristal, la frase: “Introduce en este frasco una palabra positiva que empiece por la primera letra de tu nombre para inspirarnos en este nuevo año”.

Cada año que empieza lo hace cargado de buenas intenciones que, el paso de los días y meses, suele frustrar. Sin embargo, no desfallecemos y, cada 1 de enero, pensamos que nuestra vida a partir de ese día será algo distinta de como era 24 horas antes. No hay nada racional en esa creencia, pero, al fin y al cabo, ¿a estas alturas, y después de tantas teorías conspiranoicas que hemos visto crecer en los últimos años, aún estamos seguros de nuestra racionalidad?

Que se lo digan a nuestro planeta, al que seguimos maltratando a pesar de las evidencias de la crisis medioambiental a la que nos enfrentamos.

nos gustan los cuentos

Escepticismo con pensamiento crítico, análisis de la consistencia de las pruebas frente a inmunidad a la evidencia, aceptación de la aleatoriedad y la incertidumbre, son ejercicios racionales que suenan bien pero que, por desgracia, no ejecutamos con la frecuencia debida. Cámaras de eco, sesgos cognitivos, o simple incapacidad intelectual nos dejan, a menudo, a merced de intereses políticos o comerciales y nos hacen tomar decisiones que no se compadecen ni con nuestros intereses indoviduales o colectivos ni con la verdad.

Al fin y cabo, más que nuestra capacidad para pensar, quizás lo que nos defina más certeramente sea nuestra habilidad para crear ficciones, relatos que nos sirven para tratar de contener la inmensidad de lo real en pequeños artefactos narrativos más manejables. Luces tenues que marcan el camino por el que avanzamos durante nuestra vida, un sendero tortuoso que surca terrenos donde crecen, vigorosas y exuberantes, selváticas incertidumbres y que tiene la nada como su destino final.

twitter, un espacio para las palabras

En este juego que ha tenido lugar en Twitter, miles de usuarios de esta red social, tanto en sus respuestas al tuit original como a sus réplicas. han querido compartir palabras que, según ellos, pueden o deben componer el relato de lo que será el año 2023. A veces con esperanza, otras con humor o ganas de sorprender, los tuiteros han elaborado un breve diccionario en el que se puede detectar el rastro de sus miedos, también de sus deseos y, sobre todo, de su gran sentido del humor. También de sus ganas de oxigenar con bonhomía una red social azotada en los últimos tiempos por los caprichos de su dueño.


Personas anónimas o celebridades como el cineasta Santiago Segura han participado de este divertimento con palabras como amistad, bondad, cariño, diálogo, empatía, ilusión, paz, salud, ternura o resiliencia. Otras, han preferido apostar por el sentido del humor o la brutal honestidad optando por neologismos como “sertarmeentucara” o “tuturutú” o marcas de bebidas como “Jäggermaister” o “Tanqueray”, quizás buscando en el alcohol refugio ante lo que creen que les deparará el año que recién empieza, algo que aquí nunca recomendamos. En esta línea se encuentran «Lorazepam» y ¿«velas aromáticas»? Puede que también gominola, churrasco, jamón u orgasmo, que cada cual se evade con lo que quiere comiendo lo que más le gusta.

En algunos casos, las letras iniciales de los nombres no ayudan a participar en el juego y, por ello, nos encontramos con palabras como xilófono o zen. Aquí se lleva la palma la marca Worten España que, haciendo gala de sentido del humor, ha participado con sustantivos como walkman, waterpolo, wolframio o windsurf…Vamos las que ha ido encontrando en el diccionario. Blablacar ha preferido dar una patada a la ortografía con «biaje», que si bien respeta las reglas del juego, no así las del idioma castellano.

En fin, como se puede comprobar, y hasta que se aclare el futuro de esta red social de la que muchos han empezado a huir, sigue siendo un espacio en el que puede florecer la conversación constructiva y estimulante entre personas que contribuyen a perpetuar eso que se ha dado en llamar “la magia de Twitter”. A pesar de Elon Musk.

Os animo a repasar el hilo de palabras en las respuestas al tuit que ilustra esta información. Si no halláis en él inspiración, quizás encontréis algún motivo para sonreir, que falta hace.

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